2 días...

ya nada.

Ahora es cuando comienzo a estar un poquito nerviosa. Creo que no soy ni he sido consciente de lo que significa esta cuenta atrás... casi 1 año.

Sólo de pensarlo me pasan mil imágenes por la cabeza. Sé que tengo buenos amigos allá, pero también sé lo que voy a dejar aquí.

Que sí, que un año pasa rapidito, pero es un año. Prefiero decir 365 días (bueno, unos 320), que se me hace menos cuesta arriba. Es lo que ocurre cuando te acostumbras a algo, que da mucha pereza cambiar de costumbres, y, en mi caso, tengo cambio de costumbres asegurado.

Pero tengo un consuelo: este, el de Internet y sus nuevas tecnologías, que me harán estar más cerca. Creo que me haré muy muy amiga de los correos electrónicos, los altavoces y micro, los teléfonos y todo lo que se le parezca.

Bueno, en el fondo China y Valencia se parecen... los dragones están muy presentes en ambos lugares.